martes, 28 de abril de 2009

El rencor

no sé por qué quiero dedicarle esta bonita redacción a Anamari Gomís,
capaz porque cuando era mi jefa
y le avisé que me quedaría más días en Buenos Aires,
a riesgo de perder mi empleo,
ella respondió: ¡¡¡descorcha un vino y saluda a Corrientes de mi parte!!!
(¿te acuerdas, jefa? enero de 2001)

Bebíamos con un amigo, y en la discutidera de escritores y peliculas y trasnochantes, de buenas a primeras y sin venir a cuentas ni pedirlo, me soltó:
-Tú nunca estallas, tú eres rencor. Si fueras volcán, dificilmente harías erupción, pero conservas esa lava, estancada y también corrosiva, en algún lugar entre tu estómago y tu hígado. Te hace mal, te paraliza, pero por algo lo prefieres. No sé si te hace bien.
Me reí, pedí otra cuba, cambié la conversación. Ya en casa, pensé en la figura. Me sorprendió lo bien que mi amigo me conoce. Me inquietó imaginar tanta corrosión dentro mío. La solución más imbécil fue darle un trago al Pepto Bismol.
Días después me llegan unas fotos por correo. Fotos duras. Una madre y dos hijos. Un tono desparpajado para describirlos. El rencor sube hasta la boca del estómago. Ocurre que siglos antes, esa mujer dormía conmigo y todas las mañanas la despertaba con un jugo de naranja. ¿Por qué debo ver esas fotos? ¿Otro traguito de Pepto Bismol?
En la noche lo charlo en el bar. Tres amigas solidarias me azuzan para responder con una foto donde yo también salga con mis niñas. Hugh Hefner hubiera sido un pendejo. Yo en el centro, bata de seda, gesto fastidiado de tantas noches tan seductoras. Alrededor ellas, de lencería blanca la morena, de lencería negra la rubia. ¿Y la pelirroja? Bueno, desnuda. ¿Para qué preocuparnos por el color?
La producción de la foto queda en suspenso. Pero aliviana saber que esa foto existe en potencia. Con ser pensada ya está tomada. Un trago más discreto al Pepto Bismol.
Aun así, hay lista una buena retahíla de reproches, gesticulaciones autocompasivas, preguntas hirientes, artillería pesada para responder a la foto con los niños. El rencor estallando, bilis como lava que se escupe de la boca, frases altisonantes, demoledoras de lo precisas.
Enmedio ocurre la vida. Los cines. Las cervezas. Los conciertos. Los libros. Y lugar común chilango: la influenza. Desaparecen los cines, las cervezas, los conciertos. Ni ganas de leer los libros. Mucha soledad y mucho fastidio. Y en ese contexto suena el teléfono y ella vuelve a aparecer:
-¿Cómo andas?
¿Cómo era la retahíla de reproches, gesticulaciones autocompasivas, preguntas hirientes y artillería pesada? Ella describe con lujo de detalles lo que ha leído en los diarios, cómo imagina a la Ciudad de México desolada, la tristeza que le da pensar en el restaurante Capri solo y sin comensales. Y casi en directo me habla de los dos colegios donde trabaja, de la casa grande y con jardín donde vive, de la perra vieja que tiene. No me dice que está triste pero aún reconozco su tono de voz. Es el momento perfecto para disparar el rencor. La lava se precipita y está a punto de estallar a rajatabla. Modulo el tono y paladeo la agresión.
-¿Sabes que has sido la mujer más importante en mi vida?
¿Por qué dije eso? ¿Y el rencor, y la rabia? Pero ocurre que se ha estado muriendo gente alrededor. Y más importante: ocurre que hace días dormí en una cama individual, mal acomodado entre mis amigos, y los ví pachequearse y beber y sonreír juntos, y qué mierda, entiendo la grandeza de que existan los amigos. Y he sentido el silencio que es inhóspito si no lo llenas de las palabras necesarias, y me he dado cuenta que es estúpido lloriquear si alrededor ocurre algo importante. Me doy cuenta que se deben decir cosas importantes. Por eso digo eso.
Sigue un silencio de homenaje a los flashbacks mentales de cada uno. Ella intenta asentar la mesura: hablar de nuestros presentes, apalear al pasado, como perro, para que se domestique, recuperar el tono civilizado de una charla sobre la influenza y el clima.
-De acuerdo, con todo, pero, ¿si sabes que has sido la mujer más importante en mi vida?
El rencor se sorprende. La lava se diluye. Sigue un lento flujo de emoción contenida. Todo suave, como el paso de los años. Todo dulce, como el recuerdo idealizado. Se abren los diques y vienen historias de tanto tiempo de no saber uno del otro. Reformulaciones. Consideraciones. Dos cosas que siempre hicieron falta precisar. Y ni modo, a la mierda el rencor. No sé si a ella le importa. Yo me libero de fardos. Me aligera mi reconciliación.
-Listo -ni quien le quite lo diva-, entonces mi llamada fue la frutilla que coronó el pastel. ¿Después qué harás?
Hay cuatro o cinco canciones que le pertenecen a ella. Hace cuatro o cinco años que no las escucho. Pero qué mierda. Venga el vino y bebamos esta liberación.
El rencor está amainado. Algo duro, jodido, se distiende, como un músculo que la masajista remoza.
¿Si me mata la influenza? Hay una caja de fotos en el último cajón de la cómoda. Que ella las destruya. Hágansela llegar.

(El PD que rompe el encanto: no escribo de cine porque los putos cines están cerrados. Ojalá pronto los abran para recuperar el buen tono del congal éste, y dejar de lado estos obscenos ejercicios de exhibición)

14 comentarios:

Invierno Funk dijo...

que bueno que no hay cines...

soledad aqui adentro es lo que me hizo recordar este post...

y cerrar con filio, no lo cambio por un verso...

chale... me gustaria poderte dar un fuerte abrazo mano... gracias por estremecer lo estremecible

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

Vaya, no creo en señales del destino ni nada parecido, pero digamos que hoy estuve buscando una buena razón para hablar y "reconciliarme" con la mujer que más ha representado en mi vida. Leer tu texto da un empujón más hacia lo inevitable. Le escribiré, por fin, lo que traigo guardado y quizá después hable con ella. O quizá no, pero igual quiero aplaudir tu texto.

Hay un poema de Pablo Neruda que quizá ya conoces y que en su mejor estrofa dice

"[...] Yo te recordaba con el alma apretada de esa tristeza que tú me conoces. Entonces, ¿dónde estabas? ¿entre que gentes? ¿diciendo qué palabras?
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste y te siento lejana"

Será mi segundo comentario por aquí, pero igual te mando un abrazo virtual.

Anónimo dijo...

Tu post coincide curiosamente con uno que dejé programado. Coincide horriblemente, porque a veces yo también soy el rencor, pero el rencor hacia mí, el rencor de haberme equivocado.

Y la canción de Filio... nada más vi el nombre pero me vi cobarde y no la escuché. Porque yo antes pensaba que el amor podía con la distancia, que cuando alguien es de verdad compañero sólo es momentánea la partida, no se levanta un muro. Así pensaba yo que era el amor, chingada madre.Pero resulta que no. Y acá no hay Pepto fucking Bismol.

Jo dijo...

"El rencor se sorprende. La lava se diluye. Sigue un lento flujo de emoción contenida" ... exhibición¡ pero como se atreve a decir semejante adjetivo¡ a veces el rencor amaga las palabras pero luego las distiende en textos como este que se desbordan a falta de lava. No hace bien contenerse, mucho mas mal es quizá desquitarse, sacar la furia es ambivalente y es quizá poco predecible... seguro que alguna vez estallará.

Me alegro que no haya cines, pero siempre hay dvd´s, seguro un buen escudero debe poder escoger entre todo ese anaquel de libros y claro, una buena cuba o un pepto bismol.

salud mi Rufián

NTQVCA dijo...

Se nota un dejo de soledad de parte de nuestro Rufían, pero esa tan temida me parece que te ha ayudado a reconciliarte más que nada contigo mismo.
Suerte

Débora Hadaza dijo...

ay rufian hasta ganas de abrazarte me dieron carajo! que bien que diluyas la lava que por oir reproches nadie se muere pero se piere la oportunidad de decir lo importante, aaaaaauuuuuuuch jajajajajajaajaj


saludos y puede ver peliculas no? que tal para darle un poco de comer al rencor la trilogia de la venganza, esta chida, ya sabe "old boy" "simpatia por el señor venganza" y "simpatia por la señora venganza" en ese orden en un sólo dia y tendrá para meditar jajajaja bye

Beatriz dijo...

Creo que mi historia corría paralela a la tuya: cono sur y lejanías. Lo comentamos una vez que fuimos al cine. Como yo sí soy lava, no me quedó ni el rencor.
¡Saludos!

La Rumu dijo...

Mi estimado volcán, estoy familiarizada con aquello de la lava contenida pero sé que la contención origina estallidos memorables por desastrosos.
Finalmente, resulta más benéfico para la decoración del propio interior hacer las paces, ¿Pero qué sería de nosotros si faltaran esas eventuales implosiones o explosiones?
Salud! que para eso estamos los amigos!

Jhon Brando dijo...

No hubiera podido imaginar al Rufián sufriendo una indigestión por amores pasados…al fin y al cabo a todos nos pega. Se puede andar por la vida pretendiendo ser un volcán indomable, pero al final siempre descubrimos que hay quienes son capases de apaciguar hasta la lava más ardiente que nos sale de las venas. Para este tipo de casos no hay más que meternos al pabellón de terapia intensiva del bar de nuestra elección y pedirle al cantinero de confianza un buen purgante de amor bien cargado que evite una recaída y haga evocar lo mágico de ese ayer. Saludos.

“Buenas Noches, Buena Suerte”

Rafael Merino Isunza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafael Merino Isunza dijo...

¡Pero qué fuerte tío...!

(En tono madrileño de Madrid, no del colegio)

Profana dijo...

No lo sé, yo probablemente no lo hubiera hecho. No le vería mucha razón, si al final, las cosas no cambian. Pero bueh, supongo viene ligado, en cierta parte, a la removida que viene con la incertidumbre de saber qué pasará mañana por estos lares, y también con la ociosidad de no poder distraernos con un cine, un café o una copa fuera de casa... Vendrá con la fiebre de la Inlfuenza... a mi, despiértame cuando pase el temblor!

Un beso, un abrazo y pronto diremos salud!

Cynthia Ramírez dijo...

"¿Si me mata la influenza? Hay una caja de fotos en el último cajón de la cómoda. Que ella las destruya. Hágansela llegar"

Y eso que hasta Septiembre es el mes del testamento!

Fuera de bromas: aplaudo que el rencor se vaya disolviendo

Unknown dijo...

definitivamente nada bueno ode probecho deja el ser un borracho.http:green.com