miércoles, 29 de octubre de 2008

La crisis me sienta bien

Ya me cayó el primer chahuistle de la crisis. En un lugar donde me daban un sueldo base me cambiaron la jugada y se inventaron una argucia cotorrona para que, a cambio del triple de trabajo, gane (en el mejor de los casos) hasta un 20% menos de lo que gané hasta antier. Al menos no me echaron, fue el magro consuelo. Ya voy viendo que por ahí irán los otros empleos. Al final, quedará el canto al trabajo duro y tenaz y edificante. En contra, cheques irrisorios (pero otros ni eso tienen, dirían las mamás que te obligan a comer la horrenda crema de chayote) y la sensación de que mi proverbial estancamiento se ha modificado y ahora dará pasos hacia atrás.
Pero metidos a las ideas derrotistas, volteo al pánico precrisis y en el aviso del desastre al menos veo tensión dramática, violentas asunciones de identidades, asomos a los abismos, desesperadas transformaciones , incomodidad, y eso es movimiento y el movimiento es más atractivo que el aborregado Estado Hipotecado de dos años atrás. Además acepto cierta fascinación por el desastre. Nerón fue inmensamente más feliz cuando vio a Roma incendiarse que cuando gobernó su "perfección" corrompida pero bien aceitada; la peli del Titanic es más interesante cuando el barco empieza a valer madres que cuando Di Caprio y la Winslet hacen su videoclip de Celine Dion, y la voz (las piernas) de Shirley Manson are only happy when it rains (y por más que uno quiera no puede quitarse lo nonagentero, ni modo).
Intuyo que estamos al borde de cierta solidaridad que se había olvidado, y para nada es la solidaridad ramplona del Teletón o los Ya Basta mediáticos de la Marcha Blanca y sus velitas; es la solidaridad umbrosa de sabernos todos jodidos y aprender a observarnos desde nuestras miserias. Esa macabra pero a fin de cuentas acogedora compañía se perdió con el festín de créditos en el foxismo, que artificiaba el estatus a la vez que dictaba una moral del trabajo y la productividad, justificada con la nueva hipoteca del auto y la casa (ir haciéndonos de nuestras cositas, suspiran los recienes casados).
No se me olvida alguna comida familiar, en los tiempos álgidos de las elecciones Calderón-López Obrador, en que después de las manidas discusiones, un primo político tintineó con su tenedor el vaso de Coca Cola, se levantó de su silla y discurseó:
-Yo sólo quiero invitarlos a que piensen bien su voto. Piensen en nuestro futuro. Aquí Pelos (que así llama a mi prima) y yo estamos a mitad del pago del auto, están a punto de aprobarnos la hipoteca de una casita, tenemos el comedor y la salita de la casa en la última mensualidad. Y todo se vendría abajo si ese terrorista accede al poder. Entonces, de verdad (y volteó a verme) tendrían que reflexionar seriamente, dejar de un lado las ideas inmaduras y otorgar el voto a quien nos va a dar seguridad que todo eso se podrá pagar.
Dicho el dicho regresó a su silla con templada autoridad.
Aplausos, por favor.
Juro que fue la única vez en que se tambaleó mi voto. Mierda, tan inconsciente. ¿Qué harían Pelos y su marido sin ese auto que con tanto esfuerzo, y con apenas tres tabiques de la añorada casa, y con sólo medio sofá y tres sillas del ansiado comedor?
Por esa época releía Los demonios de Dostoievski y acepto que encontré similitudes en los excesos anarquistas de Verkhovensky y Stavrogin con las huestes del Mesías Tropical (diría el sensatísimo Krauze). Y son tan monstruosos los personajes del ruso, y sus resoluciones llegaban a tales grados de infamia, que al seguir las equivalencias entendí a la cruzada del Peje como una bravata romántica que podría no acabar bien. Pero pensaba en los otros personajes y veía al Richelieu Gordillo, al mediocre Luis Calderón XIII y a la pérfida Lady Fox Winter, de la saga mosquetera de Dumas. Y todo terminó siendo una elección literaria. ¿Dostoievsky o Dumas? Y saquen las cuentas.
La digresión a esas ya aburridas historias de 2006 viene a colación porque justo ahora, que se viene la crisis, repienso con angustia en Pelos y su hombre: ¿habrán logrado el carrito? ¿la casita? ¿la salita? ¿O estarán ahogados de incertidumbre, sin saber qué hacer? Ya sé que no es para burla. Ya sé que unos meses después, cuando termine de caerme el payaso por completo, seré incapaz de referirme a estos temas con ironía. Y ya sé que tras mi panfleto se encuentra un nauseabundo licuado de derrotismo, resentimiento, venganza, sarcasmo, amargura (Hola Nenas: He Aquí El Hombre Ideal). Pero también siento que se romperá el dique de la conveniencia y fluirá la libertad de quien no tiene mucho que perder, y que en todo caso, remueve mentalmente sus ajustes de presupuesto para mantener lo importante: cervezas, libros, cigarros (no he dejado de fumar, Xiuh Tenorio), la membresía del Cinemex.
Me he preguntado quien es más monstruoso, si el marido de Pelos o yo. Concluyo que sería un error confiar en el egoísmo de cualquiera de los dos. Pero entre palabras como Enganche, Desarrollo, Productividad, Puntos Premia; o Hecatombe, Incertidumbre, Revelación, Aquelarre, prefiero las segundas. Son más literarias. Y quien sabe por qué, pero la crisis aleja los buenos tratados de superación y acerca los claroscuros desvaríos literarios. Y sí, tras tanto debraye me queda claro: me gusta la crisis porque será más literaria. Porque hará recuperar a los Prometedores Ejecutivos sus rostros humanos (¿quién dijo que lo humano es sinónimo de bondad? ¿por qué no se acepta que el "rostro humano" es una mueca de contradicción y demencia?). Y porque en el carnaval sombrío que se viene, existirán espacios, no elegantes, sí confortantes, donde acaso reaprenderemos a tomarnos las manos y bailar la Danza de la Muerte, como en esa escena tan tétrica y esperanzadora del buen Bergman.

16 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

estos posts son los que me encantan! por eso empecè a leerlo aunque ahora como usted dice, no hay nada de sentimiento emo-narcisista, sino justamente la carcajada ante la quiza desgracia... que ironìa, los que votaron por "la seguridad" que estaràn pensando? el paìs, y todo lo que siempre estamos a un paso eterno de alcanzar se està llendo, (y aqui celebro q ya no le tengo miedo a las palabras) directito a la chingada, y por primera vez le conocerè de lleno la cara.

saludos

Emilio dijo...

¡Zaz! Qué buen post... coincido en parte. Durante periodos de crecimiento todo el mundo cree merecerse el coche o la casa o el abundante alcohol que puede permitirse. Pero durante las crisis nadie piensa: "Sí: soy un pendejo, un perdedor". Siempre es culpable la crisis, a diferencia de antes, cuando fueron ellos los responsables del éxito. También es consolador para los que apoyamos a AMLO en 2006 decirle a "los otros" (a tu primo y cía): "Así que esto era lo que tanto temían: la inseguridad, y el estancamiento, y el desempleo, etc, etc."

Ojalá tengas la razón, y la crisis nos traiga actos de bondad y solidaridad. Ojalá estimule la creación literaria y nos permita encontrar a algún Céline perdido por ahí. Yo no soy tan optimista. Creo que presenciaremos algo más crepuscular: conductas ruines, hambre en donde siempre (es decir, en donde no se ve y no nos importa) y que todo será relatado pesimamente por Xavier Velasco y Carlos Fuentes.

Saludos

Lata dijo...

Putsss. tú también??? Oye, paréntesis, esta no es la foto que me da miedo, no sé dónde quedó...

Vuelvo. Anoche hablé con un amigo de lo mismo, y me da miedo, chale, tan feliz que yo vivía sin preocuparme demasiado.

Lamento lo de tu estabilidad económica.

Cierto individuo me acaba de decir que es muy claro que ya estamos en la colita de la Revolución Industrial y que ahora sí, viene un cambio.

Miedo... tengo miedo.

Saluditos.

Jo dijo...

despues de semejante post, creo que ya no tengo pesimismo, la verdad por posts comoe stos creo que puedo afirmar que el mundo gire o quese joda al menos ya estaremos iguales mirandonos desde nuestras esquinas miseras jajajaja


que jodida estoy.... jaja

Profana dijo...

Un pequeño comentario y luego vuelvo a comentar bien:

Respecto a tu pregunta: Me he preguntado quien es más monstruoso, si el marido de Pelos o yo.

Fácil. Es monstruoso que el marido de la Pelos utilice su dinero para la salita, la casita y el cochecito comprados a crédito, que por la crisis no va a poder pagar y que (sin intención de que así sea) eventualmente podrían quitarle.

Malo por tí, que gastas en la pura bebida y ahora comprarás menos chelas y no habrá créditos para financiar la compra de más alcohol, pero al menos, tu aprovecharás bien hasta la última gota disponible.

Ora vuelvo, pues

Anónimo dijo...

Los tiempos de crisis despiertan esa parte del ser humano que las vacas gordas aletargan: la creatividad. Habrá que aprovecharla entonces

Eric Uribares dijo...

Primero: El post está a toda madre, hasta lo leí tres veces, con saborcito.

Segundo: No se, no acaba de convencerme eso de que las crisis, o "los tiempos difíciles" sean más fértiles que "los otros tiempos" (no me atrevo a poner "los buenos tiempos").

que haya para chelas, y si no, hacemos la vaca¡¡¡ je

jess dijo...

¿Sabes qué es lo más jodidamente irónico del asunto?

Que si ahorita México lindo y querido está en la cuerda floja, mi salario está a punto de colapsarse y mis vacaciones se han esfumado....... no me imagino en mmmm ¿qué serán? 12 años que el petróleo del país se haya terminado....... ahí sí...... alarma roja al tope.....

Y para ese entonces, lo más jodidamente histórico será que ... mmmm ¿qué serán? en los siguientes 08 años haya crisis mundial de agua, calentamiento global de a madres, igual y hasta los habitantes de Júpiter nos invaden y nos vuelven sus esclavos... ahí sí será causa de fuerza mayor, las garantías serán suspendidas, y.... que nos agarren confesados.

Muy interesante tu blog.
Saludos!

Anónimo dijo...

Sí, a los hombres ideales les quedará beber y perfeccionar su ironía. Los que son como el marido de la Pelos tendrán una buena oportunidad de vivir la pobreza idílica -onda Pedro Infante- que por lo general dicen admirar y añorar, como pasado feliz de nuestro México tan inseguro y cataclísmico.
Bueno post. Sólo aclaro que las nenas ya sabíamos que eres el hombre ideal, pero sólo las cínicas lo reconocemos y aceptamos.

Cynthia Ramírez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cynthia Ramírez dijo...

Intuyes que estamos al borde de cierta solidaridad que se había olvidado e intuyes correctamente; pero me temo esta sí es una solidaridad ramplona.

Un ejemplo fantástico de ella es el tema de la Comercial Mexicana. Tras los anuncios de la quiebra, el mal tiempo de meterse en derivados y la posibilidad de ver a Julio Regalado mendigando; la gente se volcó a hacer sus compras a "LA COMER", fieles, cómo no, a su sentir solidario que se enmarca perfecto en mejicaníismo "Ayyy pobrecitos"

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo con Isteri, de las chelas, en caso de dificultades, que aparesca la solidaridad y se haga la vaca

Defeña Salerosa dijo...

Máaaaaaster.

Retebueno el post, algún día quiero escribir como tú, pero soy una ñoña iletrada e ignota, la mera verdad.

*acepto cierta fascinación por el desastre.* te cae¿? jajaja

*Intuyo que estamos al borde de cierta solidaridad que se había olvidado, y para nada es la solidaridad ramplona del Teletón o los Ya Basta mediáticos de la Marcha Blanca y sus velitas; es la solidaridad umbrosa de sabernos todos jodidos y aprender a observarnos desde nuestras miserias.* El mejor párrafo, para mí, de ser verdad, ójala me sirva para lo que tengo planeado.

No no, el q más me gusto fue éste *¿quién dijo que lo humano es sinónimo de bondad? ¿por qué no se acepta que el "rostro humano" es una mueca de contradicción y demencia?* coincido, pero creo de pronto esa mueca tiene lapsus bonachones...je (a veces soy asquerosa e ilógicamente optimista).

Saludos y gracias!!!

Chore dijo...

No se de quien sea la culpa, de que por primera vez una crisis en lugar de agarrarnos desprevenidos, como otras veces, hasta nos da tiempo de poder tomar previsiones...

Ya sea con Felipe Calderon XII, con Peje Jud, o el Maratonista, era un hecho que venía el putazo del efecto Mickey Mouse, y ninguno de los tres lo podía haber evitado. ¿acaso en Brasil con Lula Jud la libraron?... no, el problema es más que una condición local de una derecha y una izquierda, es el resultado de una política neoliberal en la globalización.

Errores:

1.Empresa Mexicana Comercial y Cementera Mexicana se endeudaron hasta el tope en Dolore$, sube la divisa y hasta los calzones están dando. Pero este fue un resultado accidental de encontrarse con un riesgo alto en el momento inesperado.

2.Un gringo hipoteca su casa para obtener un credito, como al año el precio de la casa subió pide al banco que le preste con respecto a la diferencia de lo que incrementó el valor de la casa, el banco se lo dá y el tipo se endeuda más, al año siguiente hace la misma operación, hasta que ya no puede pagar, porque es tanta la deuda y tan poco el ingreso, que termina dándolas. Este si es el problema, la ineptitud de bancos gringos dando créditos sin visión. por incrementar las deudas sobre deudas y sobre deudas...

En el caso de la familia PELOS, como la mayor parte de los que invirtieron en bienes en estos últimos 7 años, adquirieron una deuda interés fijo, con lo cual la taza se mantiene aun con crisis y pagaran lo mismo estipulado desde antes, y no tiene bronca por incremento de deuda por interés, el riesgo es un recorte de personal donde pierdan sus fuentes de ingreso.

El problema no es Jelipito, Manuelito ni Elbita, ni ninguno de esos weyes, el problema es que antes, cuando los países aislaban sus economías obtenían un blindaje de riesgos de lo que en otros lados sucedía, hoy, la época en que las trasnacionales andan por todos lados, que al igual y ves un camión de Bimbo, Modelo o Cemex en Asia, Europa o Latinoamerica “enorgulleciendo el crecimiento de nuestra nación”, al igual AIG, Santander, CityBank, Scotianbank, LG, GE, etc, están presentes en todo el mundo, ya sea como proveedores o inversionistas, a veces dueñas de acciones de otras empresas que son dueñas de acciones de otras y así la cadena, y como tal sucede un efecto dominó, donde una ficha empuja a otra y otra cayendo una a una.

Es obvio que el error de las hipotecas de los gringuitos fue el inicio de la debacle de AIG y otros bancos y grupos hipotecarios, pero lo peor no fué el gringuito que no pagó, sino una economía mundial esta en una red con hilos de mecha de cohetes, creada por las erróneas ideas globalizadoras del libre mercado, cuando antes se tenía la opción de buscar alternativas más seguras con menores ganancias pero más seguras, hoy no hay para donde hacerse, porque cuando la economía Griga era la opción, hoy es la peor opción.

En mi caso me doy el lujo de opinar sin bandera Azul o Amarilla, pues anulé mi voto y no me fuí por populismo, carisma o miedo, lo que si es un hecho, es que los movimientos económicos en los criticados gobiernos de Zedillo, Fox y su inercia hasta el de Calderón han logrado lo que nunca antes, si es verdad que se pronostican tiempos dificiles, no caímos al fondo ante el menor zumbido.

Mujer Maravilla a la Mexicana dijo...

La crisis tiene un toque romántico, exacto pone el ambiente para que se presente la humanidad. No tengo nada que agregar tu post es redondo. Desde el punto de vista económico, entiéndase economía de academia, existe una cierta fasinación por las crisis, es como el clímax de la obra.

Saludos

Jhon Brando dijo...

Prácticamente desde que tengo uso de razón (más bien de memoria, el raciocinio es algo que uso muy poco) escucho a la gente decir que estamos en crisis; devaluaciones, rapiñas desmedidas de gobernantes sosos, “fobaproasos”, errores decembrinos, dolarizas en Suiza, un TLC que no sirve para mucho, privatizaciones y demás monsergas chabacanas cortesía de la grilla política, están guardadas en el colectivo imaginario del populo.

Es bizarro y hasta escalofriante, pero los mexas hemos aprendido a reír de la desgracia y regocijarnos en ella, ahora hasta salen en la TV un grupo de artistillas haciendo un cómico ejercicio lastimero para incitar a la gente a participar en un aquelarre pseudo filantrópico en pro de niños discapacitados, me encanta cuando “Lucerito” dice:”por mas difíciles que han sido los tiempos siempre hemos salidos adelante…” pues como no, los toros siempre se verán mejor desde los tendidos de sombra, me gustaría que le preguntaran al obrero explotado, al profesionista desempleado y a todos aquellos que sobreviven con una bicoca bautizada como salario mínimo si “siempre hemos salido adelante”.

Concuerdo contigo, las décadas que llevamos viviendo en crisis nos sientan bien, igual y porque todavía no conocemos lo que es no estar en ella. Saludos y buena semana.

“BUENAS NOCHES, BUENA SUERTE”