Salvo en los casos en que se ve con claridad que ha intervenido un maníaco homicida, la policía prefiere creer que los asesinatos los cometen las personas que conocemos y amamos, y casi siempre tienen razón: una idea que pone los pelos de punta cuando se cena con una familia numerosa. Un montón de asesinos en potencia pasándose bandejas y platos.
A de adulterio
Sue Grafton
domingo, 18 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario